Artritis Reactiva
La artritis reactiva es una enfermedad inflamatoria que se produce en reacción a las infecciones por ciertas bacterias y que involucra, en particular, el sistema gastrointestinal o genitourinario. Las infecciones más frecuentes son la infección de transmisión sexual por Chlamydia trachomatis y las infecciones intestinales, como las infecciones por Campylobacter, Salmonella, Shigella y Yersinia.
La artritis puede presentarse varias semanas después de la infección. Antes conocida como síndrome de Reiter, la artritis reactiva es una “espondiloartropatía”. La artritis reactiva a menudo afecta a hombres entre 20 y 50 años de edad, y los síntomas puede durar días o volverse una afección crónica.
¿Cuáles son los signos y síntomas?
Los síntomas de la artritis reactiva incluyen dolor e hinchazón en las rodillas, tobillos o talones; hinchazón severa de dedos de las manos o de los pies; y dolor persistente en la parte baja de la espalda, que tiende a ser más severo por la noche o por la mañana. Puede causar irritación, enrojecimiento de los ojos, ardor al orinar, o erupción en las palmas de las manos o en las plantas de los pies. Para diagnosticar la artritis reactiva, un reumatólogo puede buscar estos síntomas, así como los signos de la infección original. Es importante recordar que la mayoría de las personas con estas infecciones muy comunes no tienen artritis reactiva. Las personas que dan positivo para el gen HLA-B27 pueden tener un riesgo más alto de artritis grave o crónica, pero las que dan negativo también pueden tener artritis reactiva. Las personas con sistemas inmunitarios debilitados por el HIV o el sida también pueden presentar artritis reactiva.
¿Cuáles son los tratamientos comunes?
Existen tratamientos efectivos para la artritis reactiva. Se trata de acuerdo con la progresión de la enfermedad. En la etapa temprana, aguda, la inflamación se trata con medicamentos antiinflamatorios no esteroides (AINE). Estos incluyen ibuprofeno, naproxeno, diclofenaco, indometacina, celecoxib, entre otros. La dosis y los efectos secundarios de los AINE pueden variar de persona a persona. La etapa posterior, o artritis reactiva crónica, puede tratarse con fármacos antirreumáticos modificadores de la enfermedad (DMARD) como la sulfasalazina o el metotrexato. Los pacientes con inflamación severa de las articulaciones pueden necesitar inyecciones de corticosteroides, o incluso productos biológicos como el etanercept o el adalimumab.
Consejos de cuidado/manejo
El diagnóstico precoz y el tratamiento de la artritis reactiva es clave. Los pacientes que notan síntomas de artritis aproximadamente un mes después de una infección bacteriana deben consultar a un médico de inmediato para obtener un diagnóstico. A veces, los síntomas de la artritis reactiva desaparecen o se tratan de manera efectiva con AINE. La enfermedad crónica o grave ocurre en algunas personas, pero hay tratamientos disponibles. Estos medicamentos pueden tener efectos secundarios, por lo que los pacientes deben hablar con sus médicos sobre los riesgos y beneficios de estos tratamientos.
Actualizado en febrero de 2023 por Bhakti Shah, doctora en medicina, y revisado por el Comité de Comunicaciones y Marketing del Colegio Estadounidense de Reumatología (American College of Rheumatology).
Esta información se proporciona solo para educación general. Las personas deben consultar a un proveedor de atención médica calificado para obtener asesoramiento médico profesional, diagnóstico y tratamiento de una afección médica o de salud.